miércoles, 16 de septiembre de 2009

HIMNO NACIONAL DE HONDURAS


Himno en términos generales es la expresión de y símbolo de pueblos y naciones.

Según su orden de creación nuestros símbolos mayores son: El Escudo, La Bandera y El Himno

Nacional.

Durante 94 años Honduras no tuvo himno. Desde la independencia en 1821 hasta 1915 se cantó ``La Granadera´´ en actos oficiales y patrióticos. También se cantaban otros himnos entre ellos están “Himno Marcial” de José Antonio Domínguez, “Una Salva Hondureños” de autor desconocido, “Himno Nacional” del poeta Valentín Durón, “Himno Hondureño” de Félix A. Tejeda.

En 1904 el gobernante General Manuel Bonilla encomendó la tarea a varios escritores nacionales la tarea de escribir himnos con el fin de escoger entre ellos el más adecuado para que sirviera de Himno Nacional. Quedando el Himno del poeta Augusto C. Coello y los arreglos musicales del artista de origen alemán alemán Carlos Hartling.

Pero es hasta en 1910 que a iniciativa de los diputados Abogado Rómulo E. Durón y el Dr. Ramón Valladares, el Congreso Nacional el 5 de abril de 1910 emitió el decreto Nº 115 con el se habría el concurso sobre la letra y música del Himno Nacional. El Presidente de la República de ese tiempo sanciono ese decreto. Dicho concurso siempre se hizo pero fue declarado desierto por el jurado respectivo en el año 1912 en virtud de que ninguno de los diez trabajos presentados reunía los requisitos exigidos.

Augusto C. Coello escribió el poema ``Canto a Honduras´´ o ``Canto a mi patria´´ y posteriormente se convirtió en el actual Himno Nacional.

El Himno Nacional de Honduras es el resultado de un concurso llevado a cabo en 1904 durante la presidencia de Manuel Bonilla. Al final, el poeta Augusto C. Coello fue el que terminó redactando el himno, con la participación del compositor alemán Carlos Hartling como el orquestador. El himno fue oficialmente adoptado el 15 de noviembre de 1915, durante la presidencia de Alberto Membreño. El himno está compuesto de un coro y siete estrofas, las cuales relatan eventos históricos por los cuales atravesó Honduras. Dada su extensión, durante el mandato del presidente Miguel Paz Barahona, el entonces Ministro, Presentación Centeno dispuso que los alumnos de educación primaria, secundaria y normal solo cantaran el coro y la séptima estrofa.

El 13 de noviembre de 1915 bajo decreto No. 42 el presidente de la república, doctor Alberto Membreño dió vida oficial al Himno Nacional, siendo ministro de educación en esa época el doctor Rómulo E. Durón. La ejecución en actos especiales fue a partir de 1917.

Se canto por primera vez en Tegucigalpa en la escuela “Guadalupe Reyes” un 15 de septiembre de 1904. Luego en 1907 se canto nuevamente en Amapala en una reunión de Presidentes Centroamericanos. Oficialmente y ya declarado Himno Nacional de Honduras se canto por primera vez en la Escuela Normal de Señoritas de Comayagüela, con la solemnidad de un Himno Nacional legalmente reconocido.

El artículo 418 del Código de Instrucción Pública del 29 de marzo de 1923 se instituyo el culto a la Bandera y el canto del Himno Nacional en todos los centros educativos del país.

¿Qué es nuestro Himno Nacional?

Nuestro Himno Nacional es un canto a la patria, es el canto oficial de todos los hondureños.

Nuestro Himno Nacional esta compuesto por siete estrofas y un coro. Cada estrofa esta formada por ocho versos decasílabos siendo en su total 64 versos. Lleva el acento métrico en la tercera, sexta y novena sílaba. Debe cantarse con un ritmo de marcha en compas de cuatro cuartos especialmente en el coro y en una forma moderada y pasiva los solos. La entonación debe hacerse en la tonalidad de Si Bemol Mayor ya que es la tonalidad que ofrece mayor comodidad para el registro vocal de los niños. El movimiento musical del coro se llama ALLEGRO que quiere decir alegre, airoso, marcial y expresivo. El movimiento musical del solo se llama ANDANTE y quiere decir lento, pasivo, moderado y triste. Se empieza a cantar al cuarto tiempo del compás.

Los autores del Himno Nacional de Honduras son:

• La letra: El poeta Augusto C. Coello nacido en la ciudad de Tegucigalpa un 1º de septiembre de 1883 y falleció en la ciudad de San Salvador el 8 de septiembre de 1941.

• La música: El maestro Carlos Hartling, nacido un 2 de septiembre de 1869 en el pequeño poblado de Schlotheim, Erfurt; capital del estado de Turingia, Alemania Federal y falleció en la ciudad de Santa Tecla, El Salvador un 13 de agosto de 1820.

• El argumento: El autor del argumento es el Licenciado Gualberto Cantarero Palacios nacido en la aldea de San Jerónimo, municipio de Jesús de Otoro, departamento de Intibucá.

El Himno Nacional de Honduras relata dentro del orden cronológico la historia de nuestra patria, desde el período precolombino, descubrimiento, conquista, colonización y la proclamación de la independencia de 1821. Constituyendo así a una alusión cronológica de los principales hechos y fenómenos históricos, comenzando con la existencia precolombina y terminando con la organización del Estado libre, soberano e independiente.
El Himno Nacional de Honduras se debe marcar siguiendo cuatro movimientos:

Primer movimiento (tiempo) hacia abajo, segundo movimiento (tiempo) hacia la izquierda, tercer movimiento (tiempo) hacia la derecha y el cuarto movimiento (tiempo) hacia arriba.



El Himno Nacional de Honduras en relación a los demás himnos de Centroamérica es eminentemente poético y pacifista con excepción de la última estrofa que nos invita a defender la Patria, es menos extenso que el de Guatemala y El Salvador, y su música esta inspirada en las marchas alemanas.


La música presenta dificultad de entonación para las voces masculinas, siendo alcanzables con mayor facilidad las notas por las voces femeninas.

Criticas al Himno Nacional de Honduras


En cuanto a la letra, se le atribuye que el poema es muy extenso; sin embargo son varios himnos nacionales de América que son más extensos que el nuestro por ejemplo: Los himnos de Argentina, Colombia, Uruguay y Brasil.

En cuanto a la música se afirma que ha sido tachada de incongruente, no adecuada, sin ritmo elevado y sin carácter masculino que exprese los atributos de la nación hondureña.

Afirmamos que el Himno Nacional de Honduras es original porque desde el punto de vista literario a diferencia de otras composiciones poéticas, nos narra las diferente etapas de nuestra historia patria y desde el punto de vista musical podemos afirmar que no se parece parcial o totalmente con los himnos de otros países.


Aspectos del Himno Nacional de Honduras

• HISTORICO : Por el orden cronologico de la primera a la sexta estrofa nos habla de    
                            acontecimientos ocurridos desde la época precolombina hasta nuestros días .
PATRIOTICO: Por su séptima y última estrofa
JURIDICO:Porque está amparado en sus dos decretos que para nosotros los hondureños son leyes, estos
                     dos decretos son el Nº 42 de su emisión y el decreto Nº 34  de su aprobación.
ARTISTICO: Por su letra y musica. En la letra nos encontramos con un bello poema y en la
                         musica con una extraoridnaria obra musical.
Después de haberse interpretado el Himno Nacional el director de la escuela o instituto debe proceder a la juramentacion de la Bandera .

CORO




Tu bandera es un lampo de cielo

por un bloque de nieve cruzado;

y se ven en su fondo sagrado

cinco estrellas de pálido azul;

en tu emblema, que un mar rumoroso

con sus ondas bravías escuda,

de un volcán, tras la cima desnuda,

hay un astro de nítida luz.



I estrofa



India virgen y hermosa dormías

de tus mares al canto sonoro,

cuando echada en tus cuencas de oro

el audaz navegante te halló;

y al mirar tu belleza extasiado,

al influjo ideal de tu encanto,

la orla azul de tu espléndido manto

con su beso de amor consagró.



II estrofa



De un país donde el sol se levanta,

más allá del Atlante azulado,

aquel hombre que te había soñado

Y en tu busca a la mar se lanzó

Cuando erguiste la pálida frente,

en la viva ansiedad de tu anhelo,

bajo el dombo gentil de tu cielo

ya flotaba un extraño pendón.



III estrofa



Era inútil que el indio tu amado

se aprestara a la lucha con ira,

porque envuelto en su sangre Lempira,

en la noche profunda se hundió;

y de la épica hazaña, en memoria,

la leyenda tan sólo ha guardado

de un sepulcro el lugar ignorado

y el severo perfil de un peñón.



IV estrofa



Por tres siglos tus hijos oyeron

el mandato imperioso del amo;

por tres siglos tu inútil reclamo

en la atmósfera azul se perdió;

pero un día de gloria tu oído

percibió, poderoso y distante,

que allá lejos, por sobre el Atlante,

indignado rugía un león.



V estrofa



Era Francia, la libre, la heroica,

que en su sueño de siglos dormida

despertaba iracunda a la vida

al reclamo viril de Dantón:

Era Francia, que enviaba a la muerte

la cabeza del Rey consagrado,

y que alzaba soberbia a su lado,

el altar de la diosa razón.



VI estrofa



Tú también, ¡oh mi patria!, te alzaste

de tu sueño servil y profundo;

tú también enseñastes al mundo

destrozado el infame eslabón.

Y en tu suelo bendito, tras la alta

cabellera de monte salvaje,

como un ave de negro plumaje,

la colonia fugaz se perdió.



VII estrofa



Por guardar ese emblema divino

marcharemos, ¡oh patria!, a la muerte;

generosa será nuestra suerte

si morimos pensando en tu amor.

Defendiendo tu santa bandera,

y en sus pliegues gloriosos cubiertos,

serán muchos, Honduras, tus muertos,

¡pero todos caerán con honor!



Explicación

El coro es una evocación descriptiva de la bandera y el Escudo Nacional, que se repite para demostrar adoración a esas dos grandes expresiones de la vida pasada, presente y futura de la patria.

Las voces constituyen desde la primera hasta la sexta estrofa, una aliación en orden cronológico de los principales hechos y fenómenos históricos comenzando con la existencia precolombina y terminando con la organización del estado libre soberano e independiente. La estrofa séptima es un llamamiento cívico, una voz de alerta a todos los hondureños como lógica conclusión de todo lo expuesto en las mencionadas estrofas.

Coro

Imagina a la bandera como un resplandor de cielo, que está cruzado por una franja blanca simbólica de paz, serenidad y pureza, que debe haber y sobresalir en el espíritu de los hondureños. Las cinco estrellas sirven para recordar que los estados centroamericanos formaron y han de formar una sola patria, fuerte, rica, y respetada.

El emblema es el escudo con la leyenda: República de Honduras, libre, soberana e independiente, 15 de septiembre de 1821, escrita en el óvalo.**El mar embravecido representa los dos océanos que bañan y protegen las costas hondureñas. El volcán viene a ser el territorio nacional protegido por esos dos mares. Sobre el volcán nace y resplandece el sol, que en tiempos pasados era imagen de adoración para los aborígenes como punto central del Universo.

Primera estrofa

Como una india virgen y hermosa personifica a Honduras, virgen porque en su suelo no haba puesto la planta ningún hombre extrao. Cerrados sus ojos a la luz de la civilización europea, arrullada por el incesante rumor de sus mares y hechada en actitud de largo reposo, con sus riquezas amontonadas alrededor, así estaba la india al hallarla Cristóbal Colón en el año de 1502.

El descubrimiento de tanta belleza natural, acaso inesperada, produjo admiración y embeleso en el espíritu de Colón.


Segunda estrofa

Cristobal Colón había concebido la existencia de otras tierras que ensancharan al mundo hasta entonces conocido por los europeos. Firme en su concepción y después de marchas fatigosas a través de Portugal y España venciendo muchas dificultades y realizando grandes esfuerzos en varios años pudo preparar la primera expedición y se aventuró a navegar por el océano Atlántico, sin detenerse hasta encontrar la tierra presentida.
En el cuarto y último viaje, Colón descubrió a Honduras, tomando posesión del territorio en nombre de los reyes españoles, Fernando e Isabel el 17 de agosto del mismo año de 1502. Regresó a España dejando iniciados los dominios de ella en el nuevo territorio que por lo tanto fue llamado Hibueras por eso cuando la india que personificaba a Honduras, despertó y levantó su frente, notó con asombro e inquietud, que flameaba la bandera española como señal de hallazgo de Colón en la tierra que tuvo esa suerte como corazón histórico.

Tercera estrofa

Al hallazgo siguió la ocupación y a ésta el ejercicio del dominio. Para realizar la ocupación vinieron los conquistadores que penetraron al territorio por diversos rumbos. Era natural que los nativos opusieran resistencia valiéndose de todas sus facultades materiales y morales. Llegó el año de 1537. Todo el país estaba sometido por los conquistadores, había sido vencida la gente de ``Copantl''. Faltaban las tribus aguerridas de Cerquín, que arreglaron sus decidencias y se unieron frente al enemigo común, reuniendo un gran ejército que pusieron bajo el mando de Lempira.
Dispuesto a la defensa de sus lares Lempira estableció su campamento en las alturas de Congolón, Coyucotena y Piedra Parada que corresponde al municipio de Erandique. El gobernador Francisco de Montejo, mandó al capitán Alonso de Cáceres con los individuos disponibles para someter a Lempira. Este no aceptó la excitativa de sumisión y obediencia que le dirigieron aquellos por medio de unos comisionados especiales. Irritado Cáceres acudió al medio deshonroso de la traición: uno de los emisarios que mandó con bandera blanca, al estar a corta distancia de Lempira, disparó su arcabuz, hiriendo en la frente al héroe que rodó por la pendiente pedregosa.
Con la muerte de Lempira quedó implantado el dominio en forma de coloniaje, pues amedrentados los indios con la muerte de su jefe, se dieron por vencidos del todo. Y así fue inútil que aquel hombre ejemplar ofrendara su sangre generosa en la defensa por la libertad de su pueblo.

Cuarta estrofa
Tres siglos duró la dominación española. Durante ese tiempo, los nativos servían y obedecían en verdadera esclavitud, a los señores y autoridades coloniales, en nombre del Rey. Las ansias de libertad hervían en los espíritus oprimidos y las demostraciones por gozar de ese derecho esencial e inherente al hombre para que tenga responsabilidad se perdían en el viento.
Al fin los hijos grandes del pueblo sometido a la servidumbre del colonizaje, oyeron el eco del estruendo que producía el movimiento revolucionario que había más allá del Océano Atlántico.

Quinta estrofa

Era el nacimiento político de Francia en 1789, para establecer como regla de gobierno y de organización social posible, la voluntad del pueblo a base de reconocimiento de los derechos de Libertad, Igualdad y Fraternidad en oposición del absolutismo de los reyes, del clero y de los nobles señores, lo cual era un violento despertar a la nueva vida. Uno de los campeones de aquel movimiento formidable era Jorge Jacobo Dantón, orador y estadista que pretendiendo moderar la situación creada por el terror de 1793, fue decapitado al año siguiente.

El Rey Luis XVI era débil ante el poderío de sus ministros, de la nobleza y del clero, que se oponían a las reformas políticas y sociales en beneficio para el pueblo. Por eso y en vista que intentó salir de Francia aquel Rey fue condenado a muerte como reo, de los delitos de conspiración contra la libertad y atentados contra la seguridad del Estado. En ese tiempo se estableció la obligación general de rendir culto a la razón que fue elevada a la categoría de diosa de los franceses.

Sexta estrofa

Así como Francia nuestra patria sacudió la servidumbre y se presentó ante los países civilizados sin las cadenas que lo ataban y que rompió con la proclamación de la Independencia el 15 de Septiembre de 1821, para darse personalidad en el mundo. Los pliegos que contenían esa proclama llegaron a Tegucigalpa en la tarde del 28 de septiembre.
Y del suelo bendito de Honduras, aquella tarde inolvidable, tras la cima de aquellos cerros y montañas, coronadas con nubes que se confunden con los bosques rápidamente desapareció la dominación española, a manera de un ave negra y dañina que se perdiese en el horizonte.

Séptima estrofa
Porque Honduras sea siempre y en todas circunstancias libre, soberana e independiente sus hijos le juramos emplear todos los recursos y fuerzas de que disponemos, unidos esforzados y leales en la idea, el sentimiento y la voluntad y declaremos que luminoso y feliz será el destino si la muerte nos halla con el pensamiento puesto en la Patria demostrando que el amor de ella está por sobre todas las cosas.
Y por la defensa de la Bandera Nacional, que para nosotros es santa porque encierra la dignidad colectiva, y de presentar en todo el momento el triunfo y la grandeza de la paz y la guerra morirán al pie de ella, como leones, a millares, en terrible combate, todos los hondureños que sean necesarios, dejando en los sucesores en la sangre y el espíritu, modelos de honor que sabrán imitar dignamente.